TOP

Las Olas



Un niño se hizo un barquito de madera y salió a probarlo en el lago, pero sin darse cuenta, el barquito impulsado por un ligero viento fue más allá de su alcance. Apenado corrió a pedir ayuda a un muchacho mayor, que se hallaba cerca, que le ayudara en su apuro. Sin decir nada el muchacho empezó a levantar piedras y echarlas, al parecer en contra del barquito; el pequeño pensó que nunca tendría su bote otra vez y que el muchacho grandote se estaba burlando de él; hasta que se dio cuenta que en vez de tocar el bote cada piedra iba un poco más allá de este y originaba una pequeña ola que hacia retroceder el barco hasta la orilla. 

Cada piedra estaba calculada y por último el juguete fue traído al alcance del niño pequeño, que quedó contento y agradecido con la posesión de su pequeño tesoro. 

A veces ocurren cosas en nuestra vida que parecen desagradables, sin sentido ni plan y hasta nos parece que más nos hunde; pero si esperamos y tenemos confianza en Dios, nos daremos cuenta de que cada prueba, cada tribulación, es como una piedra arrojada sobre las quietas aguas de nuestra vida, que nos trae más cerca de nuestro objetivo.

Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.

Dios les siga bendiciendo!
TOP

La Hermenéutica Bíblica


Hermenéutica bíblica es la hermenéutica aplicada a la Biblia, es decir, la interpretación de la Biblia o exégesis bíblica. Además de los términos "exégeta" y "hermeneuta", también se utiliza el término escriturista para denominar al experto en las Sagradas Escrituras. El arte de interpretarlas depende de lo adecuado del método utilizado; especialmente el método gramático-histórico, que tiene en cuenta tanto la crítica filológica como el impacto del contexto sobre el texto. Hermenéutica (del griego ερμηνευτική τέχνη hermeneutiké tejne -"interpretar", "traducir", "explicar"-), es el conocimiento y arte de la interpretación de los textos, para determinar el significado exacto de las palabras mediante las cuales se ha expresado un pensamiento. Exégesis (del griego ἐξήγησις exégesis, de ἐξηγεομαι exegeomai -"explicar"-) implica la interpretación crítica y completa de un texto. La distinción entre exégesis y hermenéutica es muy sutil, pues no son términos que tengan necesariamente un significado diferente; de hecho se utilizan de forma intercambiable en la mayor parte de los casos. Según la intención del que use los términos, se puede dar a "hermenéutica" el rasgo de búsqueda de significados espirituales, y a "exégesis" el de una interpretación bíblica centrada en la literalidad del texto y en la reconstrucción de su significado original en el momento de su redacción; pero también puede darse a entender que "exégesis" sea la explicación de la Biblia y "hermenéutica" el conjunto de reglas que se siguen para llegar a tal explicación.
La hermenéutica proporciona reglas estrictas de estudio bíblico para asegurar que el mensaje que Dios quiso comunicar sea correctamente entendido por el hombre. La Biblia no es un libro simple, sino un modo divino de comunicación con la humanidad, valiéndose de autores humanos para su realización. Un método científico (preciso) de estudio tal como el que permite la hermenéutica se hace necesario, por las razones que se indican en la siguiente explicación: Un DIOS INFINITO que es espíritu SABE y CONOCE TODO en forma ABSOLUTA. Para procurar comunicarse con el hombre, esa criatura suya, que sólo cuenta, con CONOCIMIENTO INTUITIVO LIMITADO, Dios tiene que valerse de los ojos y oídos del hombre, porque ésta es la forma en que él aprende la mayoría de las cosas. El problema se complica aún más porque los hombres hablan diversos idiomas; por lo tanto, Dios tiene que expresar su pensamiento infinito en una de esas lenguas, de la que luego se harán traducciones a las diversas lenguas de la humanidad. Además, las palabras, los giros idiomáticos y las costumbres han cambiado durante los 3500 años o más desde que comenzó Dios a revelar al hombre su pensamiento y su voluntad mediante la PALABRA ESCRITA. Por lo tanto, tiene que haber algún método exacto y preciso, para garantizar que lo que las traducciones actuales dicen al hombre moderno… ES LO QUE DIOS DIJO HACE TANTO TIEMPO. La hermenéutica reúne estos requisitos. Es un intento lógico, objetivo y honesto de asegurar que el hombre moderno comprenda el mensaje que Dios se propuso comunicarle originalmente.En síntesis: DIOS, siendo un Espíritu eterno, infinito, omnisciente, omnipresente, inmutable y omnipotente… HABLA O SE COMUNICA con: Hombres santos, profetas, reyes, y sacerdotes quienes escribieron en hebreo o griego. Lo cual fue traducido a su vez a lengua castellana o español propiamente dicho, para que el hombre moderno, quien es una criatura finita y con conocimiento limitado pudiera COMPRENDER EL MENSAJE DE DIOS.
REGLAS DE HERMENÉUTICA Las siguientes reglas hermenéuticas han servido de guía a los estudiantes cuidadosos en todas las generaciones a fin de que pudieran “(usar) bien la palabra de verdad.” 
1) INTERPRETEMOS LA BIBLIA LITERALMENTE Mucho daño se ha causado con los intentos de interpretar la biblia espiritualizándola, en lugar de aceptarla literalmente. Cuando alguien nos escribe una carta, no tratamos de espiritualizar su significado, sino que la aceptamos en su sentido literal. Es igual con la Biblia. Con todo, hay unos cuantos pasajes de las Escrituras que se han de tomar espiritualmente. La cuestión que se plantea es ésta: ¿Cómo puede saber el estudiante cuáles pasajes serían de interpretar literalmente y cuales espiritualmente? La mejor respuesta es la llamada “REGLA DE ORO DE LA INTERPRETACIÓN” propuesta por un erudito en biblia, el doctor David L. Cooper: “Cuando la interpretación llana de la Escritura tiene sentido, no busquemos otro sentido; tomemos en cambio cada palabra de en su sentido literal primario, a menos que los hechos del contexto inmediato claramente indiquen lo contrario.” Pocas veces nos equivocaremos en el estudio de la Biblia si en primer lugar interpretamos un pasaje literalmente. Por ejemplo, cuando la Biblia dice: “…hizo llover… azufre y fuego desde los cielos”, significa literalmente que sobre la tierra cayó azufre y fuego. Cuando por otro lado, la biblia nos dice que la luna se volvió sangre, o el río Nilo se volvió sangre, como ocurrió en los días de Moisés, no significa que se volvió sangre en sentido literal, sino que adquirió el color correspondiente. Sin embargo, incluso en el caso del río Nilo, el fenómeno produjo la muerte de los peces. Es una buena regla procurar entender al pasaje literalmente. Si la interpretación resulta inaceptable, entonces intentemos una interpretación espiritual. 

2) ATENGÁMONOS AL CONTEXTO Es una buena práctica utilizar versículos de las Escrituras para fundamentar una enseñanza o un concepto, pero resulta importante no sacar al versículo de su contexto; de otro modo, como hemos visto anteriormente, el texto se transforma en pretexto. (Próxima edición concluimos con la parte 2 de esta sección…) 
¡Bendiciones!
TOP

El Fundamento de Nuestra Vida


"Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. " 1 Corintios 3:11.

Cada uno de nosotros, como hijos de Dios, podemos ayudar a cambiar el mundo, trayendo personas a Cristo, pues es el Único que puede cambiar a los seres humanos desde cada una de sus tres dimensiones del ser, Espíritu  Alma y Cuerpo. El numero máximo de estas personas, regeneradas y transformadas, hará que sucedan cambios extraordinarios.

Cambios que van desde los centros educativos hasta las grandes industrias de una región o todo un país,    todo esto permitirá seguramente desarrollos significativos, en quienes entienden que el fundamento de nuestras vidas y de todo lo que hacemos esta en Jesucristo.

Ahora bien, entender que nuestro fundamento es Jesucristo, requiere recorrer un largo camino, el cual debe ser guiado por Dios, de tal manera que éste camino sea vida a nuestro ser, "Camino a la vida es guardar la instrucción..." (Proverbios 10:17). 


.

TOP

El lenguaje de tu Corazón


[El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.] Lucas 6:45 



Como seres humanos, nos caracterizamos por las diferentes formas de como nos comunicamos, existen muchas formas, gestuales, el habla, escrito, por señas, entre otros; sin embargo cada uno de ellos expresan todo aquello que realmente atesoramos o guardamos en nuestro corazón, inclusive cuando oramos, que no es más que hablar con papa Dios, ésta tiene un significado preponderante, pues cuando aprendemos a manejarlo de una forma apropiada no solo logramos que las cosas sucedan, sino que podemos hacer los días más placenteros, al mantener la mirada en Dios y el pensamiento en las promesas de su palabra. La palabra hablada tiene mucho poder. 

Puede convencernos fácilmente para tomar decisiones; en el mundo espiritual, los hijos de Dios podemos lograr que las cosas sucedan, solo por ordenarlo verbalmente, Dios mismo creó el universo a partir de las palabras de su boca, habló, ordenó en voz alta y todo fue hecho. Con lo que hablamos con lo que sale de nuestra boca, tanto el corazón de Dios, como nuestro corazón, quedan altamente influenciados. Por ello es fundamental hacer un adecuado uso de nuestro lenguaje, muchas personas cristianas o no tienden a volver sus tiempos de oración, en un continuo quejarse delante de Dios, un renegar y preguntarle ¿por qué? De cada una de las situaciones por las que se atraviesa, en vez de preguntarse el para qué y con que propósito, o qué quiere formar papa Dios de nosotros; el mismo Dios nos motiva a que renovemos nuestro lenguaje. 

En este sentido, tal lenguaje renovado debe ser creativo y de bendición, necesitamos comenzar a alimentar nuestra mente con la palabra de Dios, todos los días, con noticias buenas, que el señor nos tiene a cada uno de nosotros a través de sus promesas, a través de los encuentros personales que se tengan con él, y de la comunión que se tenga, y de esta forma aseguramos sus promesas, entonces, nuestros pensamientos serán suficientemente positivos e influyentes, como para mantener un lenguaje de bendición.

 Expresa lo mejor de tí. Dios te Bendiga.