Colosenses 4:2. Reina-Valera 1960 (RVR1960) - 2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
Dios mismo ha puesto a la oración como alimento que nos fortalece frente a las diferentes situaciones o adversidades de la vida. Por ello debemos orar siempre. La fortaleza y el poder en la vida, provienen de las oraciones con corazón humilde.
La oración es un privilegio sagrado y majestuoso, ademas de ser un deber, y un llamado imperativo que debemos cumplir. Pero la oración más que un deber, es un instrumento, un medio, una condición para alcanzar lo deseado. Si mayor fuera nuestra oración, más logros y más testimonios tendríamos de la grandeza de papá Dios, y por lo tanto mayor conocimiento de Dios y de su majestad.
La oración es además de un privilegio, una condición establecida para obtener la ayuda de Dios, tan limitada como Él mismo, y tan variada como la necesidad del hombre. La oración es el canal por el cual todo bien fluye desde Dios hacia la persona, y todo fluye entre los seres humanos.
Comience a practicar desde hoy esa oración ferviente que lo hará perseverar. su vida se fortalecerá con las riquezas celestiales. Cuando la oración ardiente se convierta en un modo de vida, usted percibirá la más sublime experiencia de vida.
Éste es el día, éste es el momento para comenzar a orar fervientemente, si antes no lo había hecho. Hoy puede empezar a recorrer el camino extraordinario de la oración. podrá ver cumplido muchos de sus anhelos; muchos de los imposibles, se volverán realidad, por eso establezca objetivos, póngase metas sin temor porque a partir de éste momento, verá la mano de Dios, moviéndose poderosamente en su vida y en todo lo que tenga que enfrentar.
Bendiciones!!!