Un niño se hizo un barquito de madera y salió a probarlo en el lago, pero sin darse cuenta, el barquito impulsado por un ligero viento fue más allá de su alcance.
Apenado corrió a pedir ayuda a un muchacho mayor, que se hallaba cerca, que le ayudara en su apuro.
Sin decir nada el muchacho empezó a levantar piedras y echarlas, al parecer en contra del barquito; el pequeño pensó que nunca tendría su bote otra vez y que el muchacho grandote se estaba burlando de él; hasta que se dio cuenta que en vez de tocar el bote cada piedra iba un poco más allá de este y originaba una pequeña ola que hacia retroceder el barco hasta la orilla.
Cada piedra estaba calculada y por último el juguete fue traído al alcance del niño pequeño, que quedó contento y agradecido con la posesión de su pequeño tesoro.
A veces ocurren cosas en nuestra vida que parecen desagradables, sin sentido ni plan y hasta nos parece que más nos hunde; pero si esperamos y tenemos confianza en Dios, nos daremos cuenta de que cada prueba, cada tribulación, es como una piedra arrojada sobre las quietas aguas de nuestra vida, que nos trae más cerca de nuestro objetivo.
Salmo 28:7. [https://www.youversion.com/bible/149/psa.28.7.rvr60].
Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré.
Dios les siga bendiciendo!
Buena historia que nos hace reflexionar y nos obliga a aceptarla como válida. Desafortunadamente, en el día a día, tomar la actitud de confiar en el porvenir no es tan sencillo. Cuando tienes el problema encima, cuando la vida diaria es desgastante... necesitas mucho trabajo previo para "confiar y soltar". Sería bueno que desde jóvenes se nos enseñara a hacerlo. Sería lo mejor. ¿Qué puede hacer alguien que no ha aprendido? ¿por dónde empezar?
Te propongo, Joaquín, que publiques una "Guía urgente para empezar a confiar". Algo así como: Paso 1: Respira profundamente diez veces. Paso 2: Pregúntate si ésta es la vida que quieres llevar. Cosas así que le permitan a la gente reflexionar honestamente, sin engañarse, sobre lo que valora y la importancia del orgullo en su vida. No sé, es una propuesta.
Gracias por la publicación.
Saludos,
Araceli.
Gracias por sus comentarios, seguro los tendré en cuenta para próximas publicaciones.
Muy Linda la Historia señor Joaquin, a veces pensamos que todo lo que nos sucede en la vida es para mal, lo que no sabemos es que una bendición trae Dios después de la tormenta. Confiar en Dios cuando vemos todo nublado es difícil, pero si lo hacemos tendremos una gran recompensa.
Gracias por la Reflexión.
Atte. Levis B.